La historia detrás de la fachada
de restitución de tierras, es más que una simple devolución de los lotes a sus
“propietarios”, me permito remontar un poco más atrás.
Para el siglo XIX comienzan a
darse las primeras rivalidades entre los partidos políticos tradicionales,
luego como vos de “protesta” contra la exclusión social y política, la desigual
fragmentación de los terrenos y la impunidad o injusticia social, nacen los tan
llamados o mencionados grupos subversivos, las fuerzas armadas revolucionarias
de Colombia y el ejército de liberación nacional( controlan actualmente la
mitad de la superficie terrestre colombiana con aproximadamente 15mil
activos) , estos, por llamarlos de alguna
manera, actores, conllevaron al señalado periodo de violencia o la época de
violencia, la era más sanguinaria en los memoriales nacionales, luego, tiempo
después, estos grupos insurrectos, desviaron sus ideales en el polo opuesto a
la posible visión política-social naciente que indicaba una lucha contra las
potestades denominadas “derechistas”, incluyeron en sus actividades la
delincuencia, en torno a la producción y comercialización de sustancias
ilícitas, por supuesto se habla de las drogas y el narcotráfico, pasando por
encima de cualquier animal u objeto material o inmaterial, con el fin de
sustentarse económicamente para mantener su armamento y sus tropas , lo que da
el inicio a la lucha armada en Colombia, con el fin de combatir a aquellas
personas que no posean los mismo ideales pertinentes a las situaciones que se
presentaban, no obstante, los vinculados directamente en estos actos no fueron
necesariamente los güerillos y la fuerza pública, sino también los individuos
que tenían la desgracias de habitar los territorios ocupados por estas fuerzas
armadas, tuvieron el infortunio de
presenciar y en muchos casos vivenciar, la manera tan atroz que tenían los unos para llamar la atención e intimidar
a los que se interpusieran en sus caminos, y no necesariamente los que luchaban
contra ellos, estos atroces atropellos
contra la dignidad humana marcaron para siempre la historia colombiana, según un
estudio del Grupo De Memoria Histórica (GMH), hubieron al menos 220mil muertos,
de los cuales 8 de cada 10 eran civiles, y por si esto fuera poco también brotaron
otros grupos que buscaban de igual manera un bien individual , narcotraficantes
separados de las fuerzas revolucionarias, bandas criminales al servicio de los
mismos, paramilitares y hasta los mismos agentes del estado participaron
activamente en los crímenes que se cometían, esto provocó el masivo movimiento de civiles
con el fin de huir, refugiarse y poder sobrevivir a la guerra de una Colombia despiadada,
Fueron no menos 5.7millones de desplazados a lo largo y ancho
del territorio colombiano.
Una vez citado lo anterior retorno
de nuevo el tema en discusión, En junio
del 2011, se crea la ley de víctimas y restitución de tierras, con el fin de “dictar
medidas de atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del
conflicto armado interno y se dictan otras disposiciones”, el monopolio más
grande que ha surgido de la guerra civil colombiana, un vademécum lleno de
papeles escritos de los cuales pocos han sido los verdaderamente leídos. El problema
del desplazamiento implica más que salir de sus tierras, implica también la desapropiación
de sus tradiciones, de su seguridad, de su autonomía, de sus familias, de sus raíces y principalmente han sido mal trasplantados
en sociedades totalmente distintas, puntos que no son incluidos en la ley, y
puntos que vulnerabilizan los derechos de las poblaciones desplazadas, para entender
esto, es necesario vivirlo en carne propia, situaciones que el gobierno no pensó
en su debido momento.
La manera visual como se aprecian
las cosas es muy diferente en la realidad, puesto que no se necesita tener
sentidos para percibir la verdad si se tiene convicciones propias que estimulen
la respuestas de los problemas que se puedan presentar, al hablar de un
monopolio, me refiero a la entrega para la posterior compra de los terrenos “restituidos”
a las gentes , por parte de los grandes terratenientes, que hacen parte de
cualquier grupo que inicio esta guerra que aún no cesa, tuve la grata fortuna
de escuchar al señor Jorge Enrique Robledo , sobre el tema, se expresaba al
dicho, como un gran plan maquillado para la apropiación de grandes extensiones
de tierras por parte de unos pocos, que dé luego hacen parte de las más grandes
elites colombianas ya sean legales o ilegales, manipulando a las personas, que
una vez adaptadas a la vida en otras condiciones diferentes a las nativas,
originales y raizales, para que no quisieran volver al campo donde nacieron, he
aquí el motivo de tal ley, si fuera lo contrario, no solo el 1.7 % de las restituciones
estuvieran vigentes y habrían tantas solicitudes en el portafolio sin leer: HE
AQUÍ EL ENGAÑO AL CAMPESINO.